Foto: Luis Gómez Cabrera (1º HCSO) |
Lo
primero que quiero decir es que no me gusta pensar en la muerte,
prefiero vivir sin pensar en ello. La muerte en sí es un hecho al
que el ser humano siempre le ha tenido miedo y ha tratado de
evadirla; cabe decir que existen muchas hipótesis sobre qué
ocurrirá después de morir, la mayoría de ellas basadas en las
religiones, como la católica, que cree en el cielo y el infierno; la
mayoría de las religiones orientales, como el budismo, por ejemplo,
que creen en la reencarnación. También ha habido muchas personas
que han creído y han ido en busca de la inmortalidad que se basaría
en la vida eterna, existen varias leyendas sobre ello como la de la
fuente de la juventud que supuestamente si te bañabas en ella serías
joven para la eternidad. O incluso hay personas que piensan que se
acabará todo, que te mueres y ya está, no pasará nada raro ni
especial. La gran importancia y lo peor o lo mejor, es que la muerte
realmente es inevitable e irreversible, es decir, todas las personas
deben saber que algún día morirán, más tarde o más temprano y
que al hacerlo no podrán hacer nada para arreglarlo porque
obviamente ya sería demasiado tarde. Lo que yo considero más
especial, por así decirlo, es que nadie quiere que le pase ni a sí
mismos ni a seres queridos o amigos, esto es lo que hace reflexionar
porque, si uno supiera qué ocurrirá después quizá querría morir
o que se muriera alguien cercano, pero como no se sabe pues tendemos
a no querer hacerlo, ¿Quién nos dice que puede existir un cielo y
seremos más felices que aquí? Viviendo esta vida llena de
obstáculos y decepciones que nos toca vivir, y sí, algunas personas
son más felices que otras en general porque no todo el mundo tiene
las mismas condiciones o cree tener las condiciones necesarias para
ser feliz lo que en realidad la felicidad gira en torno a momentos.
¿Por qué tenemos miedo a la muerte? Pues yo creo que no es miedo a
la muerte en sí, sino miedo a algo desconocido, y ahora yo me
pregunto ¿Qué es el miedo? Según el diccionario de la RAE
significa tener sensación de angustia provocada por la presencia de
un peligro real o imaginario. “No es que me asuste la muerte. Es
tan sólo que no quiero estar allí cuando suceda”, dijo Woody
Allen. Entonces, según lo que yo me estoy planteando ¿sentimos
angustia a algo desconocido? Pues sí, porque es normal sentirte así,
después de todas estas reflexiones quiero decir que tendríamos que
hacer un esfuerzo para no vivir con miedo a la muerte sino
afrontándola de la manera más natural posible y que si llegara a
pasar a algún ser querido ser fuertes y superarlo porque, al fin y
al cabo, más pronto o más tarde a todos nos tiene que llegar, o eso
de momento, porque la tecnología avanza muy rápidamente, lo que me
lleva a pensar ¿y si en un futuro inventaran algo que hiciera a las
personas inmortales? Pues yo creo que es obvio que el mundo sería un
caos ya que estaría desbordado de personas. Si hay algo que la
humanidad ha tenido presente toda la vida es que las personas nacen y
mueren, osea sería ir contra la naturaleza, aunque también se
podría hacer una cosa, que viviéramos siempre los que estamos y no
naciera más gente, pienso que sería un poco aburrido ¿no? ¿Y
quién me privaría a mí, por ejemplo, que soy joven, de tener
hijos? Porque yo siempre he querido tenerlos y quiero tenerlos, con
todo esto quiero decir que la inmortalidad me parece algo absurdo
porque a todos nos llega un momento en el que ya no tenemos nada más
que hacer en este mundo.
Quería
comentar un documental que ví hace unos días, titulado Las
alas de la vida;
trata sobre un hombre al que le dan un tiempo determinado de vida y
va viendo poco a poco cómo va perdiendo capacidades para realizar
cualquier cosa. Pensándolo bien, preferiría no saber que me voy a
morir, ese tipo de personas me parecen admirables por tener la
capacidad de ser tan fuertes, porque aunque antes dije que debería
afrontarse de una manera natural, no quita que siga siendo algo muy
fuerte.
En
conclusión, ¿Existe alguna respuesta a todo esto? Pues yo pienso
que sí, la solución es vivir al máximo, sin que nadie te diga lo
que tienes o debes hacer, siendo fiel a ti mismo y haciendo en todo
momento lo que tú creas que es mejor para ti, mejor para ser feliz,
porque después de todo, la felicidad es la “droga” que nos
mantiene vivos.
Sergio Barreto
1º Bachillerato HCSO
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