Elvira Lindo, Editorial Alafguara, 1995, 204 páginas
El verano se presenta francamente mal para Manolito. Está condenado, un
año más, a pasar las vacaciones en su pequeño piso de Carabanchel Alto,
con su madre, su abuelo y su hermano pequeño. Y encima ha suspendido las
matemáticas, para disgusto de su madre. Manolito espera con ilusión la
llegada del padre, camionero de profesión, para que se lleve la familia a
la playa.
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